La anomalía de la que hablamos hoy tiene un nombre muy rimbombante en términos odontológicos, se denomina “erupción ectópica del primer molar permanente superior” (o muela definitiva de los 6 años) y se produce por una alteración local en la trayectoria de erupción de este molar.
En términos coloquiales podríamos decir que “la muela de los 6 años no termina de erupcionar” porque ha elegido un camino erróneoy se queda bloqueada.
Lo que sucede es que la muela definitiva erupciona más hacia delante de lo habitual, impactando (o empotrándose) con la muela de leche que está justo delante (el segundo molar temporal), originándole en muchos casos una reabsorción radicular que puede provocar dolor y/o movilidad temprana de la muela de leche.
La erupción ectópica de la muela de los 6 años, puede afectar a uno o a los dos molares superiores, siendo una patología frecuente que afecta aproximadamente al 3% de la población, pudiendo variar su prevalencia según la población estudiada del 1,6 al 6%.
El diagnóstico es clínico,es decir, se ve al examinar la boca del niño, pero se debe confirmar mediante una radiografía. Clínicamente podemos observar una asimetría en la erupción de la muela o la aparición de las cúspides de atrás sin presencia de las cúspides anteriores.
Los niños de entre 6 y 7 años, en edad de que le salgan las muelas permanentes, deberían ir al ortodoncista a su revisión periódica para detectar este tipo de patologías, que son más frecuentes de lo que parecen y determinar si este proceso es reversible o irreversible.
La omisión terapéutica en los casos irreversibles podría conducir a alteraciones en el molar impactado, pérdida prematura del segundo molar temporal y procesos infecciosos entre otras patologías.
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