A partir del 20 de abril, y después de más de dos años de ser obligatorias, el uso de las mascarillas en espacios interiores deja de ser obligatoria. Sin embargo, su uso continuará vigente en determinados espacios.
Deberá de llevarse mascarilla obligatoriamente en los centros hospitalarios, centros de salud, clínicas dentales, oficinas de farmacia y en definitiva en todos los centros considerados sanitarios.
Asimismo, su uso sigue siendo obligatorio en todo tipo de transporte público sin excepción (taxi, autobús, metro, avión, etc.) y en los centros sociosanitarios, para las visitas y el personal. En los centros de trabajo su uso dependerá del dictamen de los servicios de riesgo laborales de cada empresa, tras evaluar cada caso concreto.
El Efecto Protector de las Mascarillas
Es bien conocido que el uso de la mascarilla contribuye de manera importante a reducir los riesgos de contagio, especialmente en interiores. Se ha estudiado el tiempo necesario para que se produzca el contagio en un espacio cerrado y no ventilado.
Ese tiempo es muy variable, estimándose entre los 15 minutos, cuando ni el enfermo ni el potencial contagiado llevan mascarilla, hasta las 25 horas, cuando ambos llevan puesta y bien ajustada una mascarilla FFP2.
Es evidente que, en el ámbito clínico diario, el respeto escrupuloso a las normas de protección, son básicas para prevenir los contagios, aún en la situación actual.